Vivir con dolor es una realidad para muchas pacientes con cáncer de mama metastásico. Esto no tiene por qué ser así, en la actualidad existen tratamientos y terapias efectivos para el control del dolor crónico, que pueden mejorar considerablemente su calidad de vida.

Todos en algún momento hemos experimentado algún grado de dolor, pero ¿cómo se define y cómo debe tratarse cuando está relacionado con el cáncer?

En el 2020 la Asociación Internacional para el Estudio del Dolor (IASP por sus siglas en inglés) redefinió al dolor como: “Una experiencia sensorial y emocional desagradable asociada con un daño tisular real o potencial”. Cuando este recurre o si persiste por más de tres meses, se considera dolor crónico y puede tener efectos adversos sobre la funcionalidad y el bienestar social y psicológico.

En la actualidad uno de cada 10 adultos, es diagnosticado con dolor crónico en el mundo y se calcula que en promedio el 30% de la población sufre de dolor en este momento convirtiéndose en un problema de salud pública.

La Dra. María Fernanda Arboleda, anestesióloga especialista en dolor crónico y cuidados paliativos, además experta en cannabis medicinal; compartió información valiosa sobre el tema en la sesión de Tanto Por Hacer: “Manejo del dolor en el cáncer de mama metastásico” que compartimos en este artículo.

Factores que determinan el tratamiento personalizado para cada paciente

El control del dolor es complicado ya que es multifactorial y cada paciente lo experimenta de forma distinta. Entonces, para que el especialista en manejo del dolor pueda diagnosticar y determinar el tratamiento más adecuado en cada caso, necesita tener respuesta a estas tres preguntas:

1) ¿Hace cuánto que el paciente experimenta dolor?
Dolor agudo (menos de 3 meses).
Dolor crónico (más de 3 meses).

2) ¿Cuál es la causa del dolor?
Dolor oncológico si es originado por el cáncer o por los tratamientos que se están administrando.
Dolor no oncológico si el dolor no tiene que ver con el cáncer.

3) ¿Cuál es el mecanismo por el cual se está produciendo este dolor?
Para determinar el tipo de dolor, que puede ser:
Nociceptivo causado por una lesión en los tejidos del organismo. Ejemplo un dolor postoperatorio que se siente específicamente en el área afectada.
Neuropático que surge como consecuencia directa de una lesión o enfermedad del sistema somatosensorial. Ejemplo: Una neuropatía inducida por quimioterapia, en la que le arden las manos y los pies.
Nociceptivo y neuropático combinados

Además de la respuesta a estas tres preguntas el especialista también toma en cuenta el historial de la paciente, si tiene algún problema hepático, renal o alguna enfermedad preexistente, antes de determinar el tratamiento idóneo para esa paciente en particular.

El dolor crónico afecta todas las dimensiones de la vida de un ser humano: La funcionalidad e independencia, las relaciones interpersonales, las de trabajo, de pareja, etc. Es decir, afecta la calidad de vida por eso es importante controlarlo.

¿Cuándo debe recibir tratamiento para el control del dolor una paciente con cáncer?

Es común que las pacientes se automediquen o aguanten el dolor hasta que es intolerable ya sea por no molestar a su familia o por temor infundado al uso de ciertos medicamentos para disminuir el dolor.

Se debe considerar que mientras más tiempo se deje pasar, se eleva el riesgo de que el dolor sea más difícil de controlar después, ya que se generan cambios en los neurotransmisores que mandan al cerebro la señal de dolor. Lo mejor es que el dolor se controle desde el principio para evitar que después se requieran dosis más altas o medicamentos más fuertes. Por ejemplo, si estás iniciando quimioterapia y ya sientes hormigueo o ardor que quema ¿Por qué habrías que esperarte a que duela más?

Una de las causas de dolor en cáncer de mama son las metástasis óseas, si la paciente se aguanta, primero se debilitará y no tolerará el tratamiento como debería. Imagínate una paciente que recibe quimioterapia con su dolor bien controlado vs una paciente que la recibe con su dolor descontrolado y que casi no puede moverse. Son panoramas completamente distintos ¿verdad?

El objetivo del tratamiento es controlar el dolor

Cuando hablamos de dolor crónico debemos considerar que el dolor se controla no se elimina, este es el objetivo del tratamiento, controlar la intensidad del dolor y mejorar los síntomas secundarios asociados. ¿Qué significa esto? Si medimos el dolor en una escala del 0 al 10 donde el 0 es la inexistencia del dolor y el 10 dolor insoportable. Al tratar una paciente que refiere su dolor en un 8, con el tratamiento se buscará mantenerlo por debajo de 4, un nivel que sea tolerable y le permita una mejor calidad de vida.

Para el control del dolor se utiliza la analgesia multimodal, es decir los especialistas determinan la combinación de medicamentos, fisioterapia, terapias complementarias e incluso terapia psicológica considerando las necesidades de cada paciente.

Entre los medicamentos más utilizados están los opioides, acetaminofén (o paracetamol), antiinflamatorios no esteroideos (AINE), antidepresivos y los antiepilépticos.

En cuanto a las terapias complementarias recomendadas se encuentran la meditación, mindfulness, yoga, acupuntura, hidroterapia, Tai Chi y el manejo intervencionista del dolor que se hace a través de bloqueos.

Es importante resaltar que no todo el dolor que se presenta en cáncer es crónico, también se puede presentar un dolor agudo (que dura menos de 3 meses) que tenga que ver con alguna cirugía, situación o tratamiento y cuando se presente se debe acudir igual al especialista y no automedicarse.

¿El cannabis medicinal es una nueva alternativa para el control del dolor?

Actualmente el cannabis medicinal o CBD se ha puesto de moda, pero el uso de del cannabis para el control de síntomas es muy antiguo. La Dra. Arboleda hace algunas precisiones sobre el uso del cannabis medicinal.

1. El cannabis no es la panacea.
El cannabis no cura enfermedades

2. No se utiliza como monoterapia ni como primera línea de tratamiento en el control de dolor y síntomas en cáncer.
El cannabis no se utiliza solo, complementa los tratamientos cuando ya se utilizaron otros medicamentos.

3. No todos los pacientes con dolor son candidatos al tratamiento con cannabis medicinal.
Existen contraindicaciones y solo el especialista después de una evaluación considerará si no es contraproducente en su caso.

4. Se necesita un médico que sepa cómo prescribir el tratamiento con cannabinoides.
Por mucho tiempo el uso de cannabis con fines médicos estaba prohibido, por eso no se enseñaba como prescribirlo en las escuelas de medicina, así que muchos médicos desconocen o desaprueban su uso. Por ello es necesario que sea un médico entrenado quien lo prescriba.

5. El producto a base de cannabinoides debe cumplir con altos estándares de calidad.
A la planta de mariguana o de cannabis pueden crecerle hongos, bacterias y contener restos de pesticidas o metales pesados. Estos contaminantes pueden poner en riesgo la salud, por esto es importante no comprar cualquier producto que se vende en la calle.

Conclusión

El dolor crónico es un tema complejo que no se debe tomar a la ligera, afortunadamente existen soluciones terapéuticas para su control. Se debe acudir con los especialistas para recibir el tratamiento más adecuado según el caso de cada paciente. ¡No te automediques o aguantes el dolor!

Referencias:
IASP Announces Revised Definition of Pain

Contacto:
Dra. María Fernanda Arboleda en sus redes sociales o en su página web:
IG. @drmaferarboleda
TW. @drmaferarboleda
www.drmaferarboleda.com

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