La crisis inicial al recibir el diagnóstico de cáncer de mama metastásico te deja vulnerable. Después de un tiempo verás la situación con mayor claridad, te recomendamos estas herramientas para salir adelante.

“Al principio cuando me diagnosticaron cáncer de mamá metastásico, yo asumí una actitud de víctima. Después de algunos meses, cuando empecé a hacer cosas en busca de la sanación, siento que me convertí en un ejemplo para mi familia porque se daban cuenta que mi decisión era salir adelante, buscando muchas opciones para estar mejor”. -Georgina, México, cáncer de mama metastásico con progresión ósea y pulmonar.

¿Qué hago durante la crisis?

No es lo mismo entrar en la crisis y ya tener cierto tiempo lidiando con ella y has podido asimilarla. Como explicamos en: ¿Cáncer y crisis emocional ¿cómo enfrentarla? (Parte 1). Al principio de la crisis la mente reacciona provocando diversos estados emocionales.

El primer paso cuando estás empezando a sentir que el mundo se cae encima y el dolor y frustración son tan grandes que pararte de la cama es una odisea: “Es llegar al convencimiento que el gritar, llorar o patalear, son expresiones de la frustración y necesitas dejarlas salir para evitar que la frustración permanezca y aumente” nos dice Fernando Figueroa, médico y psicoanalista.

Según el especialista, este es el único momento en que hablar repetidamente de lo que generó la crisis es catártico y aunque al repetir en tu mente el evento cause dolor, la intención es que ese diálogo se modifique hasta encontrar el punto medio, es decir, cuando duele menos y puedas ver con mayor claridad el panorama que enfrentas.

Es importante que te rodees de personas que te quieren, te contengan y te ayuden a transitar por este tiempo de duelo. Si te sientes desbordada, acude a terapia para que este desahogo sea positivo.

Cuando se trata de una enfermedad como el cáncer hay una sensación de pérdida y se va a transitar por un proceso de duelo que tiene cinco fases: negación, ira o rabia, negociación, depresión y aceptación.
Durante este proceso te vas a sentir resentida, desesperada, enojada y triste.

En esos momentos se compasiva contigo misma, expresa tu dolor, pero al mismo tiempo muévete. Alterna el desahogo con el movimiento. Llora un rato, pero luego báñate, platica con tus amigos o realiza alguna actividad, aunque no tengas ganas. Después vuelve a llorar otro rato. Vive tu duelo, pero no te sumerjas en él.

Segunda etapa

Cuando ya te sientes con fuerza para reconstruirte y salir adelante puedes echar mano de estas cinco herramientas emocionales:

1) Deja de victimizarte
No te estanques pensando en lo injusto de la situación o buscar explicaciones de por qué te pasó a ti. Mientras más dejes que estos pensamientos se instalen, más difícil te será avanzar.

2) Usa la mente a tu favor
No permitas que los pensamientos negativos tomen el control porque sentirás que no podrás salir adelante. Busca refuerzos positivos.

“Uno dice ¿por qué me dio este cáncer?, no ¿para qué me dio? Con esta crisis crecí mucho, se me cerró un camino pero encontré otro abierto. Terminé mi carrera de psicología y decidí apoyar a otras mujeres que como yo necesitaban apoyo emocional” -Georgina, México, cáncer de mama metastásico con progresión ósea y pulmonar.

3 Aclara tus sentimientos
Entiende tu crisis. Lee, escribe o practica rituales que te permitan guiar tu atención y esfuerzo en actitudes provechosas. Canaliza también tus emociones en actividades que te recarguen de energía y te permitan ver las cosas de otra forma.

4 Conéctate con otros
Apóyate en personas que te permitan a ver la situación de forma objetiva y puedan ser fuente de fuerza, apoyo y comprensión.

5 No lleves la crisis a todas las áreas de tu vida
No todo está mal en tu vida, siempre hay alguna parte que te servirá de apoyo para salir adelante, puede ser tu familia, tus fortalezas, etcétera.

“Vengo de una familia fuerte que me ha enseñado a no rendirme y a seguir en la lucha dentro de lo que nos toque vivir. La vida es lo principal, el estar aquí. La vida continúa y la vida es lucha”. Nos dice María Luisa quien a pesar de padecer la enfermedad hoy se siente optimista y fortalecida. Llegar a sentirse como María lleva su proceso. Si tú estás atravesando en este momento la crisis, tómate tu tiempo para asimilar todos los cambios que la enfermedad trae consigo, pero no te aísles. Asesórate con tu médico, busca un grupo de apoyo, permite que tus familiares y amigos te ayuden y consuelen, mientras te fortaleces para tomar decisiones y ver la situación de forma más realista.

Fuentes: Fernando Figueroa, Médico Psicoanalista, Coordinador de Investigación Científica y Atención de Reincorporación Social A.C. México.
– Bill O’Hanlon, Crecer a partir de la crisis, Editorial Paidós
– Gloria Aguiar Green, Supera la adversidad y reconstruye tu vida, Revista Fernanda #129, Octubre 2014

Realizado por: Gloria Aguiar Green para Fundación Cima

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